A estas edades los niños empiezan a saber diferenciar distintos sabores como el dulce, salado, amargo... su paladar comienza a hacerse selectivo. No debemos dejarnos llevar por aquellos alimentos que nos producen un placer inmediato, esos debemos dejarlos para momentos concretos siendo conscientes del disfrute. Normalmente estos son los que menos sacian y los que menos nos nutren. Por todo esto y para hacerles a ellos conscientes de una alimentación saludable, esta semana hemos trabajado el APS dedicado a la alimentación saludable y que seguiremos a lo largo del curso. Nos hemos centrado en los alimentos, los más pequeños los han manipulado, degustado, porque su aprendizaje lo interiorizan a través de los sentidos, de sus experiencias, incluso creando hábitos mediante el juego simbolizado en una mano, para llenar cada dedito de fruta y verdura.
Los mayores además de hacer zumo y observar las formas de las frutas que conocen aprenden contenidos como la forma redonda y han elaborado un semáforo que nos indica los alimentos que son saludables y los que no lo son tanto. La palabra STOP se ha colado en las aulas para concienciar de aquellos alimentos de los que no podemos abusar y que pueden perjudicar nuestra salud.
No podemos olvidar algunos hábitos como lavarse las manos, los dientes o incluso se han atrevido a poner la mesa.