Sabemos que todo lo que llama la atención de nuestros pequeños, les hace tener el impulso innato de tocarlo. ¡Lógico! Ya que ellos descubren el mundo a través de los sentidos. Aprenden mientras manipulan, investigando el mundo que les rodea y experimentando, ya sea con su propio cuerpo, su entorno o con objetos de su alrededor. Manipular es aprender, es pensar con las manos por ello la importancia de estimular sus sentidos. Por todo esto, aprovechando que nos han venido a visitar "unas gallinas muy hermosas y muy finas que ponen huevos a montones y por todos los rincones", hemos preparado nuestra mesa sensorial con los granos con lo que se alimentan las gallinas, el maíz. Escuchamos el ruido que hacen al caer, observamos sus caracteríticas...Y como no, la parte más divertida, ¡Los tocamos! Utilizamos vasos, cucharas de colores y nuestras manos para divertirnos.
Incluso les dimos calor para ver como explotan y se convierten en palomitas. Ha sido muy divertido ver sus caras de asombro al ver la transformación de las mismas