Despertamos ese día con una nueva oportunidad para sonreír, para querer, para aprender, para disfrutar.
Además era un día para AGRADECER:
A vosotros, nuestros niñ@s, por habernos regalado cada día todo lo que necesitábamos y más, por alegrarnos nuestros días tristes, por darnos esos abrazos en cualquier momento, ese contacto que a todos los adultos nos ha faltado de nuestras familias, lo habéis suplantado.
Fue un día para celebrar algo que nos une a todos, para los que estuvimos aquí y para los que nos visteis desde casa, qué bonito ha sido verlos crecer durante este curso. Por ello OS AGRADECEMOS que nos hayáis permitido compartir este tiempo con ellos, ha sido todo un privilegio. GRACIAS FAMILIAS.
Este año nuestro lema tiene la palabra DESPIERTA, como bien indica, hemos despertado cada día con la ilusión de hacerlos felices, hemos estado despiertas para ver los momentos de alegría, de tristeza, de sorpresa… que han vivido, pero también les hemos hecho despertar ante un mundo cambiante, un mundo al que se puede ayudar, un mundo para compartir, un mundo de TODOS.
Seguiremos despertando los corazones.
Y ¿Qué celebramos ese día? Que se han hecho mayores, ya no son los “bebés” que un día entraron por esa puerta, algunos hace tres años, otros dos, y otros este curso. Da igual el momento, lo importante es que todos se han hecho un poquito más grandes a nuestro lado. Nosotras hemos tenido la suerte de poder acompañarlos en ese proceso.
Se acera el final de una etapa, nunca nos gustan las despedidas, así que… ¿Qué os parece si en vez de decirnos adiós, nos decimos un ¡Hasta luego!
Como decimos, no es el fin, es un nuevo comienzo, un nuevo camino que recorrer, nuevos sueños que alcanzar porque...
Ningún soñador es pequeño y ningún sueño es demasiado grande.