Colores, olores, sabores...
Qué mejor manera de experimentar haciendo nuestras propias hojas, para los más pequeños a través del tacto y de la vista son capaces de ver el resultado final después de mover, arrastrar, pellizcar un plástico que posteriormente se convertirá en hoja, por qué no probar a qué saben las hojas.
Para los más mayores parece que la tarea es habitual y consiste en pintar de color marrón hojas impresas, pero cuál es su sorpresa cuando descubren que no es una pintura cualquiera sino que es chocolate (sin lactosa y sin gluten para evitar problemas), y esto hace que la actividad sea multi sensorial trabajando varios sentidos a la vez que les hacen estar expectantes y ansiosos ante el resultado final...