La música es un instrumento casi mágico para los niños de temprana edad, acercarlos a este universo de sensaciones puede ser la experiencia más gratificante de su vida.
El niño que convive en contacto con la música aprende a convivir de mejor manera con otros niños, estableciendo una comunicación más armoniosa. A estas edades la música y el baile les encantan, les dan seguridad emocional, confianza...
La música también facilita en los niños el aprendizaje de otros idiomas, la etapa de alfabetización se ve más estimulada, al rimar, repetir y combinar palabras mejoran su forma de hablar y de entender el significado de cada palabra...
Los niños utilizan nuevos recursos al adaptar su movimiento corporal a los ritmos de diferentes obras musicales, el niño puede mejorar su coordinación, control rítmico de cuerpo...
¡Qué buena manera de comenzar las actividades del verano!