Llega el tiempo de Adviento, días en los que además de preparar las celebraciones familiares, son días que nos sentimos más sensibles hacia los demás, miramos de otra forma, MIRAMOS CON EL CORAZÓN.
Nuestra labor es educar, no sólo enseñar contenidos, lo más importante es enseñar valores para hacer que nuestros niños en un mañana sean cada vez mejores personas.
Estamos preparando el corazón, pensando en el otro, algo muy difícil a estas edades. Los buenos días los dedicamos a regalarnos un beso, darnos las manos para simbolizar la ayuda al otro, compartir juegos...
A través del monstruo de las emociones, conocemos cómo nos sentimos pero también cómo se siente el compañero e intentamos ayudar y que todos nos sintamos felices.