El objetivo del "frasco de la calma", como su nombre indica, es el de calmar el estado de ánimo de los niños cuando tienen un ataque de llanto o en situaciones de estrés. El frasco es un bote de cristal o plástico lleno de agua, pegamento y brillantina, que se agita delante de sus ojos para desviar la atención hacia los movimientos del líquido, controlando la respiración y llegando a la calma.
Además, permite experimentar sensaciones a través de los colores, el brillo, el movimiento y la relación de causa-efecto.
¡¡¡ MIRAR QUE CARITAS !!!