Tenía una gran maleta llena de amigos, pero primeramente hipnotizó con su voz, y después utilizando su varita mágica de color rosa hizo que los niños se quedaran sin pestañear.
Utilizó una magia, la de los cuentos, y comenzó a sacar las sonrisas de los niños, a aumentar el tamaño de sus ojos, a meterlos en su mundo de imaginación, presentándonos a sus amigos el "pollo Pepe", el gusanito glotón, la cebra, el gato y muchos más.
Con ella hemos aprendido a ir más allá en la lectura, ha disfrutar de los cuentos jugando.
¡GRACIAS TERESA!
Pero nuestros niños también han hecho un gran hechizo esta semana, deseando lo mejor a sus papás con un regalo mágico que seguro que también consigue sacar sonrisas, pero que seguirá siendo una sorpresa...